Barreras para aumentar la tensión sexual
Un elemento que muchos no conocen y poco se habla de ello en foros, blogs y talleres son las barreras. Tan interesante como importante, es partícipe activo en la creación de la tensión sexual dándole forma al deseo y al reto del avance más íntimo. Se podrían representar por un no podemos o un no deberíamos.
Imagina esta situación:
Estás con tu amiga Carolina tomando unas cañas con el grupo de gente del trabajo. Cervezas, tapas y risas por doquier. Hay un buen rollo entre todos que ya les gustaría tener a muchos equipos de trabajo. Cambiáis de bar y en éste un grupete de tres chicos con el mismo buen rollismo que vosotros se suman a la fiesta a partir de unos chistes que se animaron a contaros. Está siendo una noche de viernes increíble. El día ha sido largo y ya el cansancio se empieza a notar. Carolina parece más enérgica. También el día ha sido duro para ella, pero está hecha de otra pasta y no está bebiendo, además crees que uno de los chicos está empezando a coquetear con ella.
-¡Espero que no se olvide de que me iba a llevar a casa en coche! Hoy le toca a ella. (Te dices para tus adentros.)
La noche empieza a hacerse larga para los otros también y empiezan a marcharse. Carolina en efecto parece atraída por el chico. Estos tres recién conocidos proponen ir a un pub cercano en busca de unos mojitos. No te hace mucha gracia, pero bueno, un ratito más por Carolina.
Tras la primera ronda de mojitos unos y otros empiezan a irse. Carolina se lo está pasando de maravilla con él y tú empiezas a sentirte con unas enormes ganas de pillar la cama. Sin embargo, ellos se piden otra bebida y no parecen con ninguna intención de irse. Es evidente que estás estorbando, la tensión entre ellos crece y crece, pero no avanza por tu presencia. Ellos se miran con ojos de deseo, tú te sientes fuera de lugar.
ERES LA BARRERA
Pueden estar hablando de cualquier tópico común y mientras tanto con la mirada se comunican pura sexualidad. Tu presencia está ayudando a una tensión sexual que aumenta y aumenta sin resolverse entre ellos por cierto respeto hacia ti y hacia su intimidad. Esto para ellos es, en el fondo, positivo; aunque deseen que te largues por tu cuenta cuanto antes. Tú acabas largándote; ellos, devorándose.
– Maldita Carolina, ¡me tengo que volver en bus!
¿Se pueden poner barreras para ayudarte a aumentar la tensión sexual? ¿Cómo hacerlo?
Al igual que en esta situación ejemplo hay diversas barreras bastante típicas que pueden suceder a menudo y sobre las cuales podemos tener control. Que piensen que eres homosexual no siéndolo o que supongan que tienes pareja a veces son juegos divertidos que crean este efecto, sin embargo, hay formas más sutiles.
Es importante saber que la tensión sexual no se dispara a última hora mientras ella juguetea en la puerta de su casa con sus llaves. Se va creando desde un principio. El interés se manifiesta, pero las barreras deben estar ahí. Las mujeres normalmente son unas expertas en utilizarlas para tratar de tener el control.
– Esto va muy rápido.
– Tal vez más adelante, no tenemos suficiente confianza todavía.
– Que sepas que hoy no va a pasar nada.
Si llevamos la iniciativa sexual y a la vez creamos zonas seguras para la otra persona a través de las barreras conseguiremos que se involucre más porque verbalmente la situación está bajo control, ya que el avance parece bloqueado, aunque se empieza a fantasear con ello. Podrías decir algo como, “no te doy un morreo porque está tu amiga delante”, “te invitaría a subir a casa, pero está todo muy desordenado” ó “subimos un momento pero no puedes quedarte porque mi compañero está estudiando y hacemos ruido”. Barreras fáciles que él o ella pueden tratar de solucionar. Evidentemente no vas a decirle una estupidez como “te daría un beso, pero no lo voy a hacer porque me huele mal el aliento”. Eso no es nada sexy, es de idiota.
Las barreras han de ser sutiles, pequeñas. Puro flirteo. Deberían ser barreras con las que la otra persona pueda estar de acuerdo, que parezca que puedan tener una importancia real (aunque no la tenga para ti). También a veces puedes usar barreras “cómicas”, como por ejemplo decir que eres muy religioso y que hasta después del matrimonio nada de nada. Como todo, según la situación.
Un gran error observable en la mayoría de los hombres y que denota gran necesidad es tratar de luchar contra las objeciones que surgen por parte de la otra persona, en vez de aprovecharlos en nuestro favor. Recreémonos en ellas mientras avanzamos físicamente:
– Me debería ir ya, mañana tengo que ayudar a mi madre a limpiar el piso de alquiler.
– Sí, debes de irte ya. Si no lo haces tal vez empiece a darte mordiscos.
– ¿Qué clase de mordiscos?
– No te lo digo que si no te dan escalofríos y te quedas más tiempo. Vete poniendo las zapatillas y quizás te dé una pequeña demostración.
– Jajaja, vale.
– (Te acercas a su oreja, le echas el aliento, haces como que vas a darle un muerdo) No puedo, te molaría demasiado y me pedirías más loca perdida. Y debes irte que yo también mañana querría levantarme temprano para hacer cosas.
– Eres malo…
– Quizás un poco. Tal vez.
– Lo eres.
– Nah, solo un poco travieso. Acércate. (Le das un muerdo en el cuello).
Al final la tensión crece tanto que nunca se va a su casa.
Recordad que construir la tensión sexual es algo diferente a ser un baboso o babosa sexual. Tratad de evitar ser esto. Es un juego con dos participantes y que se juega a dos niveles, el nivel verbal y el nivel físico-emocional. Ambos niveles pueden estar en desacuerdo, esto no es malo y siempre primará el nivel físico-emocional.
Espero que os ayude un poco. Si tenéis preguntas o queréis más ejemplos dejad vuestros comentarios aquí debajo. Os recuerdo que podéis estar al tanto de la página si os suscribís o en la página de facebook o twitter. Un saludo a todos.
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