La cualificación. Hazla sentir especial contigo

¿qué es la cualificación?

Ella era una chica bohemia, no se dejaba arrastrar por la mayoría, rasgo patente a primera vista por su manera de vestir. Manera elegante, insinuadora, colorida y por supuesto, no del todo convencional. Con la justa medida, hippie que no llega a ser tachada de rara. Su carácter era festivo, duro y algo punzante, muy divertida. Frases ingeniosas, valientes y juguetonas desfilaban con absoluta naturalidad desde sus increíbles carnosos labios.

Algo que me encantaba, y ella me daba, eran los contrastes. Tan pronto era dulce y encantadora como desafiante y descarada. Puedo afirmar que ella sabía jugar. Tal vez, demasiado bien. Esto me derretía, me hacía vibrar. No es fácil encontrar chicas que sepan construir una perfecta montaña rusa para tus emociones y a la vez estén dispuestas a subirse y asentarse en la que tú creas para ellas. Ella sí, sin duda alguna. ¡Además consciente de ello!

Un deleite de mujer.

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 Siempre que me pregunten acerca de lo más importante que hay a la hora de conquistar mujeres me remitiré a decir lo mismo. Lo importante es saber qué nos gusta de las personas y de lo que nos relaciona con ellas, captar la esencia que para nosotros es importante, y saber transmitirlo, esto es cualificar. Va más allá de piropear. Cuanto más claro lo tengamos más tendremos avanzado.

Para que este ejercicio esté bien hecho, ha de nacer de una práctica constante. Práctica que es posible realizar con amigos, profesores, abuelas, perros del vecino, pizzas, visitas a museos, películas y ventiladores de tres aspas. No tenemos excusa alguna para no mejorar esta habilidad de observación y análisis que aseguro dará sus frutos. Un ejemplo del ejercicio es el texto anterior.

 Por favor, alejémonos de los corrientes guapa, simpática, “qué ojos más bonitos tienes”, etc. Buceemos en los intersticios de su persona y recopilemos información. ¿Qué nos resulta especial? ¿Qué nos atrae de ella? ¿Qué nos hace sentir? Y luego trasmitámoslo.

Nuestro interés legítimo y genuino por una persona va a nacer aquí, convirtiéndose en fuerte y poderosa elección, alejada de necesidad. Te elijo y sé por qué te elijo. En esto vamos a apoyar nuestros avances. Incluso los sexuales también. Al comunicarlo explotaremos un sentimiento que pocas veces y pocos hombres logran hacer sentir: “Me está conociendo de verdad”. A todo el mundo le encanta gustar, pero más aun si lo que gusta es su verdadero yo. Este sentimiento hincha los pulmones.

A la par vamos a ir dándonos cuenta de quiénes somos. Porque muchachos, también hay que hacer un constante auto-análisis y una constante auto-crítica. Podemos mirarnos al espejo y decirnos: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Por tanto, las personas que nos rodeen y sus diversas personalidades nos dirán parte importante acerca de nosotros mismos.

Ya veremos en futuros artículos cómo de forma práctica podemos cualificar. Su uso es muy amplio y tiene muchas sutiles matizaciones. Hablaremos de en qué momentos cualificar, en qué dosis, cómo utilizarlo para avanzar en determinadas situaciones, cómo hacer que ellas se cualifiquen a sí mismas y  a nosotros haciendo que el proceso sea en las dos direcciones, no solo en la nuestra.

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